jueves, 2 de julio de 2015

Andrés Fernández de Andrada





Andrés Fernández de Andrada (Sevilla, 1.575 – Ciudad de México, 1.648), poeta y militar.

Aunque se conoce poco de su persona, fue capitán del ejército español y estuvo en México, donde murió en la más absoluta pobreza, en el ostracismo más profundo e ignorado por todos.

Sin embargo, Fernández de Andrada es uno de los escritores más excelsos de la literatura española, aunque su nombre no ha sido conocido hasta hace poco tiempo. Se le conoce fundamentalmente por ser el autor de una obra que figura en todas las antologías de poesía clásica por su perfección y una de las más bellas páginas de nuestras letras: la llamada “Epístola moral a Fabio”, obra cumbre de la epístola horaciana en España.

Sus fuentes literarias proceden del Antiguo Testamento, Séneca y Horacio, y representa el espíritu de tradición senequista y de ascetismo cristiano en España, invitando a la resignación de una vida en “dorada medianía” y reflexionando sobre la brevedad de la vida y la condición humana.

La autoría del poema ha sido demostrada recientemente, ya que antes se le atribuyó a otros poetas de la época, como Francisco de Rioja, Rodrigo Caro o Bartolomé Leonardo de Argensola.

Todo quedó definitivamente aclarado al hallarse en la Biblioteca Colombina de Sevilla un manuscrito del siglo XVII en el que está copiada dicha epístola con su título completo: “Copia de la carta que el capitán Andrés Fernández de Andrada escribió desde Sevilla a don Alonso Tello de Guzmán, pretendiente en Madrid, que fue corregidor de México”. Dámaso Alonso lo confirmó años después con nuevos datos.

Fernández de Andrada invita al destinatario del poema, en tercetos perfectamente encadenados y versos de gran suavidad, a la búsqueda de la virtud, la resignación y el “áureo equilibrio”, cantado ya por Horacio y Fray Luis de León en sus poesías.

Una sola composición ha sido más que suficiente para situar a su autor entre las cumbres más altas de nuestra lírica.

Otras obras suyas conocidas son: “Silva a la toma de Larache” y “Una carta familiar y noticiera”.

El capitán Fernández de Andrada debió ser un experto jinete, ya que además de ser un poeta eminente, escribió notables libros sobre el arte de la equitación, según informa Justino Matute.

Según parece, Fernández de Andrada, en el año 1.623, sustituyó a don Alonso Tello de Guzmán como Alcalde Mayor de San Luis de Potosí en Nueva España

Epístola moral a Fabio.- De muy pocos textos se puede elogiar con verdadera razón y justicia su naturaleza excepcional. La Epístola moral a Fabio es una de esas raras creaciones literarias a las que estas etiquetas le vienen como anillo al dedo. Es «única» tanto si se atiende a su originalidad en el contexto de la historia literaria española como a su singularidad en la producción escrita de su autor. Es «atemporal», al margen de impresiones particulares, porque así lo refrenda su inamovible posición en el canon literario y crítico de los últimos siglos, además de por la duradera validez del pensamiento y de las reflexiones que plantea.

La Epístola moral a Fabio logra condensar sentidos que se despliegan a lo largo del tiempo con renovada y asombrosa actualidad, siendo continuamente una obra clásica y moderna. De entre los lectores del poema, nadie más autorizado que el maestro Dámaso Alonso para emitir juicios valorativos. Algunas de las palabras que dedicó a la Epístola en su estudio del año 1978 mantienen hoy día, ya entrada la segunda década del siglo XXI, una vigencia inamovible: «Nunca quizá más necesaria su lectura que en este siglo, hostil como ninguno, en que hemos tenido la desgracia de vivir».

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